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La hermeticidad al aire supone un aspecto primordial en la construcción passivhaus. Este factor de estanqueidad permite que en las edificaciones exista un intercambio o un paso de aire controlado entre los espacios interiores y exteriores. De este modo, se consigue aprovechar de una mejor forma la energía y se logran ambientes agradables por un tiempo prolongado a partir de un bajo consumo energético.
Desde INGECON queremos profundizar un poco más sobre este principio básico de las casas pasivas. Sigue leyendo.
La hermeticidad al aire
El hecho de que los espacios cuenten con un alto grado de hermeticidad favorece que se eliminen las penetraciones de aire de manera descontrolada e innecesaria. Gracias a esta característica de las construcciones, es posible conseguir un mayor ahorro energético y obtener un aire de calidad en el interior de los edificios.
Para conseguir la estanqueidad en este sentido, en los locales o viviendas pasivas se debe verificar que las uniones de las diferentes partes que conforman su estructura estén adecuadamente selladas. En este caso, se ha de redoblar la atención en las esquinas, las juntas, las conexiones a la pared y techos. Asimismo, es preciso tener en cuenta la instalación de las ventanas, los orificios de los enchufes y las puertas.
También es necesario darle importancia a los orificios que queden destapados; a través de ellos podría introducirse agua no deseada en las edificaciones. Esto, además, puede generar la aparición de humedad, moho, hongos o cualquier otro microorganismo que afecte a la calidad de la construcción.
Minimizar la presencia de puentes térmicos
Igualmente, resulta fundamental que se minimice la presencia de puentes térmicos, los cuales propician la pérdida de calor. Otro aspecto esencial es la correcta ubicación de las ventanas y las puertas, que, preferiblemente, tienen que ser de doble o triple vidrio. Esta característica ayuda a mantener el calor en el exterior cuando las temperaturas son altas y a reflejarlo hacia el interior cuando son bajas.
Por otra parte, durante el diseño del proyecto se ha de priorizar aquellos puntos envolventes que puedan romper la hermeticidad del edificio, entre ellos los marcos de las ventanas y las puertas, así como aquellos conductos que presentan salidas, como es el caso de las chimeneas.
La importancia de la elección de los materiales de construcción
Otro de los aspectos a valorar desde la propia concepción del proyecto de edificación de bloques y viviendas passivhaus es la elección de los materiales de construcción. Existen algunas alternativas que destacan por ser estancas al aire. En este caso están el hormigón, el yeso y las cintas especiales de hermeticidad. Los dos primeros se usan para perfeccionar el revestimiento de las paredes y los techos; en cambio, la última opción es de gran utilidad cuando se precisa instalar algún elemento en la envolvente del edificio.
Las barreras de aire forman parte de las herramientas que controlan el flujo de las corrientes en las edificaciones pasivas. Sirven para proteger las fachadas, los suelos y las cubiertas de los edificios. Por lo tanto, son una opción eficaz a usar, tanto en el interior como en el exterior de las viviendas, para impedir los movimientos de aire no deseados.
Comprueba los niveles de hermeticidad
La estanqueidad al aire en la construcción de passivhaus es un aspecto que tiene vital importancia. Por lo tanto, durante el proceso de construcción es necesario realizar varias pruebas o inspecciones para verificar que los locales cumplen con los niveles de hermeticidad establecidos para este tipo de viviendas. Tal es el caso del Test de Blower Door, la termografía infrarroja y el anemómetro.
En definitiva, al tener en cuenta la hermeticidad del aire durante el diseño y las diferentes fases de construcción de las edificaciones, se puede aprovechar eficientemente la energía en los locales. Esto hace posible el suministro interior de un aire de excelente calidad. A su vez, se logra un importante ahorro de energía.