¿Es realmente necesario ventilar una casa pasiva?

Unas de las características particulares de las casas pasivas es que disponen de sistemas de ventilación que proporcionan un grado de confort muy superior al que conseguimos con la ventilación tradicional. Permitiéndonos disponer en el interior de la vivienda de un aire limpio y saludable que se renueva continuamente de forma controlada.

Estos sistemas de ventilación pueden ser estrictamente pasivos, basados en el intercambio con el exterior de las corrientes de aire que se puedan generar dentro de la edificación, o sistemas de ventilación mecánica (VMC), los cuales son más eficientes, ya nos permiten un mejor control del intercambio y uso de la energía.

Desde INGECON, como empresa especialista en construcción Passivhaus queremos hablarte un poco más acerca de las singularidades de las ventilaciones pasivas.

¿Cómo funciona la ventilación de una casa pasiva?

El flujo de aire entre el interior y el exterior de la vivienda es una fuente de intercambio de energía que no podemos despreciar. Los sistemas de ventilación mecánica, además de ser ecológicamente más sostenibles, ya que no abrir ventanas evita las oscilaciones térmicas y conlleva un menor consumo energético, son sistemas más eficientes. Sistemas que hacen posible renovar el aire interior, eliminar los olores desagradables y reducir el polen del habitáculo.

Objetivos sostenibles, de ahorro y salud

Uno de los objetivos del diseño de edificaciones pasivas es proveer un ambiente saludable y agradable. Transmitiendo una sensación de bienestar a quienes las habitan en pro de la sostenibilidad, el ahorro energético y el beneficio a la salud.

El estándar passivhaus se basa en el diseño de edificaciones que requieran de la mínima energía posible para abastecerse. Para lograr este fin, se deben cumplir ciertos requerimientos, como un elevado aislamiento térmico y una perfecta estanqueidad al aire. No obstante, debemos tener cuenta que se requiere que el aire de todas las estancias sea renovado o purificado continuamente para evitar el aire viciado.

Para ello se han ideado sistemas de recuperación de calor, mediante dispositivos diseñados con la finalidad de que el aire que entra y el que sale de la edificación intercambien calor y garanticen un mejor uso del esfuerzo.

Tipos de recuperadores de calor

Según su flujo podemos clasificar diferentes tipos de recuperadores de calor:

Por flujo cruzado: donde los conductos están colocados unos perpendiculares a los otros. Paralelo: para aumentar el tiempo de interacción térmica entre los conductos. Flujo rotativo: los cuales disponen de motor y, por tanto, son más elaborados y algo menos eficientes.

Ventilación de viviendas pasivas

Llevar a la práctica estos criterios de diseño puede dar lugar a viviendas extremadamente herméticas, que necesitan obligatoriamente ser ventiladas para no tener un aire viciado e irrespirable. Los requisitos de aislamiento térmico en viviendas pasivas permiten que los sistemas de climatización se reduzcan o sean prácticamente innecesarios. De forma que si una vivienda cuenta con el certificado passivhaus, su demanda de calefacción y refrigeración será inferior a 15 kWh/m2, tal y como indica el estudio del usuario de edificios de consumo casi nulo-pasivos o passivhaus.

Se estima que con el aislamiento térmico en passivhaus podríamos ahorrar hasta un 90 % en climatización. Uno de los mayores retos a los que se enfrenta el sector de la construcción passivhaus es transmitir la idea de que en las viviendas pasivas no es necesario realizar lo que conocemos por ventilación común, mediante la apertura de ventanas y que, en cualquier caso, si queremos abrir puertas y cristaleras, debemos proceder por estancias, independizando el uso de la ventilación en las mismas para garantizar la eficiencia del sistema.

Entonces…¿es necesario ventilar una casa pasiva?

Por tanto, la pregunta de si es necesario ventilar una casa pasiva debe quedar resuelta con las directrices de la Plataforma de Edificación Passivhaus. Ésta puntualiza que no es correcto afirmar que en una vivienda pasiva no podemos abrir puertas y ventanas. Sino que se debe difundir la idea de que «cuando la temperatura exterior no es agradable, por frío o por calor, no se deben abrir las ventanas», puesto que el sistema implementado permite una continua, correcta y eficiente ventilación de la vivienda.