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Si vas a comprar o alquilar, pide al propietario la etiqueta energética del inmueble. El Certificado de eficiencia energética para viviendas se ha convertido en una gran herramienta para valorar el coste del mantenimiento futuro de ese inmueble.
Si cuando vas a comprar un coche sabes lo que consume, ¿por qué no saber también el consumo de tu futura vivienda?
El certificado de eficiencia energética para viviendas o certificado energético es un documento oficial redactado por un técnico competente que incluye información objetiva sobre las características energéticas de un inmueble. Es decir, se calcula el consumo anual de energía necesario para satisfacer la demanda de un edificio en agua caliente sanitaria, calefacción, refrigeración e iluminación en determinados casos.
Durante el proceso de venta o alquiler, el propietario del inmueble debe mostrar o entregar una copia al comprador o arrendatario potencial. Una vez se cierre el contrato de alquiler o compra, se entregará dicho certificado al nuevo inquilino/propietario.
Sí, el certificado energético es obligatorio, salvo excepciones, para el propietario de cualquier parte individual de un edificio existente (viviendas, oficinas o locales) objeto de una operación de compraventa o de alquiler. Así como también se establece su obligación en los edificios de nueva construcción. Si el propietario de un inmueble no dispone del certificado energético en una operación inmobiliaria puede incurrir en sanciones.
Es obligatorio desde el 1 de Junio de 2013 a través del Real Decreto 235/2013 que aprueba el procedimiento básico para la certificación de la eficiencia energética de edificios.
“España fue el último país de la Unión Europea en implantar la normativa del certificado energético. Algunos ejemplos en Europa serían el Reino Unido que lo exige para nuevas construcciones desde 1995 y edificaciones existentes desde 2001; en Alemania existe certificado energético desde 2002; Dinamarca desde 1997, etc.”
Tras el proceso de una certificación energética se entrega el certificado de eficiencia energética y se asigna una etiqueta energética al inmueble. La escala de calificación energética es de siete letras y varía entre las letras A (edificio más eficiente energéticamente) y G (edificio menos eficiente energéticamente).
No. A priori, como un proceso relativamente nuevo, el certificado energético puede parecer un impuesto más a la hora de hacer una operación inmobiliaria. Sin embargo el fin del certificado energético es muy interesante y con el tiempo aprenderemos a valorarlo. Además puede llegar a ser una gran arma de venta y alquiler. Pongo un ejemplo:
– Hola, alquilo mi piso por 350€/mes.
-El piso me gusta pero he visto que el de al lado cobra 300€.
-Sí pero ¿sabes lo que consume?. Mi piso está rehabilitado y tiene una calificación energética B, te puedes llegar a ahorrar en calefacción y aire acondicionado más de 2.000€ al año.
-Vaya, me interesa.
En definitiva, la nueva norma tiene como finalidad favorecer la promoción de edificios de alta eficiencia energética e inversiones en ahorro de energía.
“¿Sabías qué…? La diferencia de gasto de un inmueble con calificación G de uno con calificación A es de 2.300€ anuales.”
El proceso es el siguiente:
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