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El pasado 5 de marzo, se celebró el Día Mundial de la Eficiencia Energética. Una celebración anual cuyo fin es que hagamos conciencia del uso racional de la energía y cómo debemos actuar para reducir el consumo, por ejemplo, con la apuesta por la construcción de viviendas passivhaus.
Desde INGECON queremos ahondar un poco más en la relación entre la eficiencia energética y casas pasivas.
La eficiencia energética hace mención al uso de recursos naturales que proporcionan la energía para consumir una cantidad inferior a la media de energía que necesitamos para realizar una actividad. Debemos ser conscientes de que desperdiciamos mucha energía y que, cambiando nuestras costumbres, podremos convertirnos en usuarios ahorradores de energía y reducir nuestro consumo, además de contribuir a la sostenibilidad del planeta.
Comprometernos con el medioambiente para reducir la intensidad energética y buscar las maneras de abastecernos de energías renovables son los fines que determinan una eficiencia energética óptima.
Por ejemplo, con las casas pasivas, conseguiremos cubrir este objetivo tan importante y, precisamente, a la hora de hacer una reforma en una vivienda es conveniente que centremos la atención en ser más eficientes y conseguir recursos de energía alternativa para nuestros suministros, como la luz o el gas.
Con este tipo de construcción sostenible conseguirás reducir la contaminación y presentar una huella energética de bajo consumo. Esto es porque están diseñadas a partir de una serie de estrategias arquitectónicas que te garantizarán un alto nivel de confort y con la menor demanda energética posible.
Por otra parte, también se caracterizan porque, gracias a la excelente renovación de aire que nos transmiten, obtendremos una temperatura ambiente agradable durante todo el año, sin la necesidad de que tengamos que recurrir a sistemas externos de energía.
Cabe destacar, como dato importante, que este modelo de construcción reduce en un 75 % las necesidades de calefacción y refrigeración respecto al CTE. Además son viviendas muy resistentes y duraderas.
Debemos tener en cuenta que para que nuestras viviendas sean denominadas passivhaus, deberán estar certificadas por el Passivhaus Institut siguiendo los parámetros que marca el mismo. Considerado el certificado más exigente del mundo en ahorro energético.
Los principios básicos que debe tener una construcción para obtener el certificado se resumen en cinco puntos:
1. Debemos utilizar recursos que nos garanticen un alto grado de aislamiento térmico.
2. Los puentes térmicos deben desaparecer en el diseño y ejecución de la vivienda.
3. Las puertas y ventanas tienen que ofrecer unas prestaciones de máxima calidad para asegurar un aislamiento acústico y térmico óptimo.
4. La ventilación debe ser mecánica, colocando un recuperador de calor de alto rendimiento.
5. Todos los espacios deben ser herméticos para impedir que aparezcan corrientes de aire y fugas de energía.
Si cumplimos estos cinco puntos, viviremos de forma más sostenible y notaremos el ahorro en el consumo de energía al finalizar el año. Además podemos aportar nuestro granito de arena utilizando energía limpia en nuestros hogares.
En conclusión, con las casas passivhaus obtendremos los mismos servicios energéticos que con las casas tradicionales. Pero empleando menos recursos y haciendo un consumo adecuado de la energía, consiguiendo una huella energética ejemplar.
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